La ecografía transabdominal es una prueba que se utiliza para examinar y valorar los genitales internos pelvianos femeninos, control del embarazo o también para realizar ecografías en pacientes jóvenes que no han mantenido relaciones sexuales.
Esta prueba ofrece una valoración de los genitales internos femeninos en mujeres que no han mantenido relaciones sexuales o en casos que por alguna razón no se les pueda realizar de forma vaginal. Entre las indicaciones se encuentran, entre otras:
La vejiga debe estar llena para esta prueba, ayuda a una mejor visualización del aparato genital femenino. Se trata de una prueba no invasiva, rápida e indolora (exceptuando las molestias ocasionadas por la repleción vesical).
Esta prueba suele durar entorno a los 10 y 20 minutos.
A parte del modo de realización de la prueba y la preparación vesical en el caso de la vía abdominal, la ecografía transvaginal permite obtener imágenes de mejor calidad. En ocasiones la ecografía abdominal puede complementar a la transvaginal cuando la posición del útero/ovarios dificulta su accesibilidad.
Los resultados de esta ecografía son inmediatos y se entregan junto con iconografía en sobre cerrado.